lunes, 25 de junio de 2007

Dark Side of the Moon

Transportada a un paisaje surrealista, una jovencita mata a la primera mujer que se le atraviesa; después se une a tres perfectos desconocidos para matar de nuevo. ¿Ya sabes de qué película se trata? Exacto: El Mago de Oz.
Ahora, ¿qué tiene que ver esta película con Pink Floyd? Desde hace varios años circula la teoría (¿leyenda urbana generada por algún fanático de Pink Floyd y Judy Garland que no tenía nada qué hacer?) que afirma que Roger Waters editó Dark Side of the Moon para que la reproducción continua del disco quedara alineada a The Wizard of Oz; al resultado de la reproducción simultánea de estas dos obras se le conoce como Dark Side of Oz o Dark Side of the Rainbow. El asunto funciona, de acuerdo a esta teoría, si le das play al disco justo al tercer rugido del león de la MGM; incluso, los más puristas dicen que se debe usar una copia original VHS de la película para obtener la sincronía perfecta. A partir de allí, si se tiene disposición para divertirse, se podrán encontrar -o imaginar- varias coincidencias entre la acción de la película, sus diálogos y el desarrollo del disco completo. Por ejemplo, la aparente sincronía que se produce cuando las palabras Who knows which is which (de la canción Us and Them, track 6 del disco) coinciden con las dos brujas hablando. Por lo pronto veamos este video "didáctico" en donde se marca el inicio a partir del tercer rugido del león; después, de manera gráfica, se indican varios puntos de sincronía que se detectan. La parte del video que se adelanta es la que corresponde a la parte de la intro Speak to Me (durante los créditos), para dar paso a Breathe, en donde formalmente inicia la acción.
Finalmente, otro de los ejemplos más célebres de esta sincronía: el inicio del sonido de la caja registradora (Money, track 5) tan pronto como la película se torna a color.


Y ya hablando directamente del disco, otros aspectos por destacar son, por ejemplo, su éxito en las listas de Billboard –éxito sin precedente para una banda de rock progresivo-, el atractivo que representó en su momento para los audiófilos al ser uno de los discos de mayor presupuesto y tecnología musical usada, grabado en los míticos estudios Abbey Road de Londres por el igualmente célebre Alan Parsons. Otro punto que no se puede pasar por alto es el concerniente a la portada: es probable que no exista una portada que sea tan fácilmente identificable. Estudios especializados han comprobado que la portada del haz de luz reflejándose en el prisma es mejor recordada, incluso, que la portada de Sgt. Pepper´s Lonely Heart´s Club Band, el clásico álbum de The Beatles.
Acerca de la música se puede decir que Dark Side of the Moon es un disco de una calidad musical exquisita, construido como una obra completa que logra que persista la unidad en el sentido musical sin que cada una de sus partes pierda fuerza o intención en lo individual. Va de lo apenas audible a lo estruendoso, un camino que nos presenta en su desarrollo infinidad de matices, descubriendo colores sonoros insospechados. Las canciones exploran el lado oscuro de nuestra existencia. Avaricia, muerte, xenofobia y locura son temas recurrentes en cada una de las canciones.
Este es la obra maestra de Pink Floyd como grupo, ya que su otro gran clásico, The Wall, es un gran trabajo de Roger Waters con asistencia ocasional de David Gilmour.
La atmósfera del álbum alterna la opresión con el cinismo y, al mismo tiempo, es de esa clase de discos que una vez que termina nos deja con la sensación de que hay que escucharlo otra vez. Eso hace que sea uno de esos materiales raros que, a pesar de su naturaleza oscura, resulta accesible para el oído.
Ninguna colección de discos –sea de progresivo, música contemporánea o rock- está completa sin Dark Side of the Moon.

jL

miércoles, 13 de junio de 2007

Electroma

Desde hace mucho traía la intención de hablar sobre este primer trabajo de dirección que en el mundo del celuloide realizan los franceses Daft Punk. Y como no hay plazo que no se cumpla...





En la edición 2006 del festival de Cannes, Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo, la pareja que ha transformado la escena electrónica con su ya legendario Daft Punk, asumieron por primera vez las funciones del director de escena para dirigir conjuntamente su primer filme, Electroma.
La película no es sencilla, de hecho se debe ver como fan de Daft Punk para no caer en lo que algunos críticos especializados han caído: la crítica destructiva por considerarla tan lenta y pretenciosa como, por ejemplo, aquella Gerry de Gus Van Sant o la cinta de Vincent Gallo, The Brown Bunny.
Electroma es una obra de ciencia ficción, una fábula visual-sonora que nos cuenta la historia de dos robots -que representan a los mismos chicos de Daft Punk- en su búsqueda por convertirse en humanos. El film no tiene diálogos, solo música, lo cual permite que las imágenes de robots esclavizados hablen por sí mismas. Se podría decir que el tono de la película coquetea entre la hermosísima Zabriskie Point de Antonioni (con magistral banda sonora de Pink Floyd) y la nunca suficientemente valorada THX 1138 de George Lucas
Quizás se pregunten ¿Y qué pasa con Interstella 5555? Bien, Interstella 5555 es, efectivamente, una participación de Daft Punk en el mundo cinematográfico, pero no es un trabajo dirigido por ellos, su aportación fue la música y el script; la dirección corrió a cargo de Kazuhisa Takenochi, apoyado por la compañía de animación japonesa Toei.
A propósito de la música, uno de los detalles que me gustaron de Electroma es que los chicos Daft Punk no cayeron en la tentación de componer la banda sonora de su propia película, dejando esta tarea en manos de Steven Baker.

A pesar de que esta película tiene más de un año de haber sido estrenada se sabe muy poco sobre lo que ha pasado con ella después de Cannes 2006, así que, mientras se producen noticias, ¡disfruten el teaser y la bella escena final del robot ardiendo!

jL